Wednesday, December 21, 2005

Llega la Navidad. ¿Qué es la Navidad? Si hiciéramos una encuesta, la respuesta más frecuente sería: "regalos, fiesta, diversión, vacaciones, arbolito, papá Noel..." ¿Por qué hemos dado la vuelta a su significado original? La primera Navidad, la que decimos que celebramos, es el nacimiento de Jesús. Y no fue precisamente una fecha de diversión... José y María son rechazados en Belén y no encuentran alojamiento, porque son pobres. Y tienen que irse a una cueva. La sociedad del bienestar y del consumo rechaza totalmente al Jesús real. Es cierto que tiene el consuelo de los pastores -los más pobres- y de los Magos -unos extranjeros-. Pero las autoridades quieren matarlo y ordenan asesinar a todos los niños menores de dos años. La Navidad original es pobreza, compromiso, solidaridad con el débil, redención... ¿Qué nos queda hoy día?

2 Comments:

Blogger luis perales said...

Es lo que tiene ese "estado del bienestar" -de unos pocos- que se cargan tradiciones y el espíritu del hombre. Consumo es el dios.

Gracias Bosco por tu "toque" de atención.

12:07 PM  
Anonymous Anonymous said...

El problema es que la identidad cristiana se está perdiendo. Se podría diferenciar en tres los grupos sociales que ven la Navidad desde tres puntos de vista completamente dispares, y de ellos sus comportamientos. Uno el de los cristianos, que pueden llegar a ver la Navidad desde su sentido original, su sentido de amor al prójimo, de oración, de ofrecimiento, de recogimiento personal y espiritual y de solidaridad para aquellos que más lo necesitan. Otros los que no comparten la fe cristiana, que ven en la navidad (esta vez con minúsculas)un momento propicio para evadirse de la rutina por su mero estado de días festivos, y quizás, en determinados momentos sí se comporten cristianamente, pero más como inercia que por convencimiento. Y el tercer grupo es el de aquellos fanáticos de otras religiones que nos califican de infieles que no hacen sino intentar sabotearla. Pero gracias a Dios, y por el momento, estos son aún una escasa e insustancial minoría.
Quizás, seguro, esté en manos de los cristianos el devolver el sentido original de las celebraciones religiosas, no solo por el bien de las celebraciones tales y de la propia fe cristiana, sino de la propia identidad cultural que se ve gravemente distorsionada tanto por el paganismo como por la sociedad heretical.
Un saludo.

10:09 AM  

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